Origen
A partir del Renacimiento, los Spaniels, entre ellos los predecesores del Cavalier King Charles Spaniel, se pusieron muy de moda en las altas esferas. Estos Cavaliers tuvieron una vida privilegiada hasta que los aristócratas ingleses se encapricharon del Carlino y más adelante del Spaniel Japonés y del Pekinés. Fue inevitable que el Cavalier se cruzara con estas tres razas y su morro alargado se acabara achatando, dando lugar a los ancestros del actual King Charles Spaniel.
A principios del siglo XIX se intentó encontrar el aspecto de los perros originales (de hocico alargado, poco stop y cráneo plano) y finalmente, en 1928, se consiguieron algunos resultados satisfactorios, redactándose así el estándar del Cavalier King Charles Spaniel ese mismo año.
Comportamiento
El Cavalier King es muy sociable, juguetón, tiene buena memoria y comprende rápidamente las órdenes. Le gusta mucho estar en compañía de sus dueños y no soporta la soledad prolongada.
Se lleva muy bien con los niños, siempre y cuando estos no lo utilicen como un juguete.
Aspecto
El Cavalier King Charles Spaniel tiene el cráneo prácticamente plano y unos ojos grandes, oscuros y bien separados. Sus orejas son largas, de inserción alta y bien provistas de pelo. Tiene unas patas rectas y una cola proporcionada en relación a su cuerpo. El Cavalier existe en cuatro colores: negro y fuego, rojo intenso y blanco, unicolor rojo y tricolor (negro, fuego y blanco). Su pelo es largo y sedoso.
Cuidados específicos Cavalier King Charles Spaniel
Hay que vigilar en no dejar a menudo muy solo al Cavalier, ya que si se aburre puede convertirse en un perro ladrador.
Al tener el pelo largo, si el perro ha paseado por el campo es recomendable examinar a fondo las orejas y las patas para comprobar que no tenga nada clavado.
Salud
El Cavalier King es bastante resistente a enfermedades graves. Lo más importante es cuidar los ojos, los oído
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